No Sólo De Playas Vive El Hombre

Alejado por varios meses de la pesca, desintoxicándome, para volver a florecer esa pasión que nos mueve. Luego del encuentro escualo en los choros, en que no tuvimos pesca, volví a sentir esas ganas de tomar la caña y emprender la aventura. El escenario no ha cambiado, ni rastros de corvina y muy esporádicas capturas de lenguado, con la persistente corriente del niño se altera todo, la pesca de escollera se hace compleja, mucha marejada, mucha carnada en la orilla agónica por falta de oxígeno, muchos cardúmenes de monos y caballas, especies entretenidas de pescar pero terminan aburriendo, las serviolas son otro cuento pero los cotos fueron más que sobrepoblados, lo que trajo mucha basura y robos en los sectores de Juan López y los metales, así me fui alejando cada vez más de la pesca.

Para este domingo las condiciones según los sitios de pronósticos eran ideales para los lenguados, sin embargo la realidad era otra, y una vez más no cuadraba para nada lo proyectado con lo real, una mar algo picada y bastante viento contrastaban con un escenario proyectado de olas bajas y periodos cortos. Aún así era tentadora la invitación de los tucanes a recorrer la zona de michilla (sin abrazo tucán por siaca) claro que el sólo hecho de levantarme a las 5:30 hrs y volver bien entrada la tarde me hicieron dudar un poco, tantas cosas que hacer y el fin de semana tan corto, (casi nerudiano), además estaba de cumpleaños mi conchito bebe, pero el deber llamaba y cómo buen macho alfa la pesca estaba primero.

El elvis probando la red mariposona

Lleve de todo un poco pensando en recorrer zonas de distinta morfología, la primera parada fue una zona cercana a la virgen del camino, unos caletones de mediana altura, con profundidades variables de entre estimo unos 2 a 6 metros, a ratos con olas enormes de 3 o 4 metros y a ratos muy calmo, me anduve quedando corto en cuanto al peso de mis jig-chispas. Siempre lanzando de una zona muy segura a costa de sacrificar algunos metros de lance a posiciones más aventuradas.

Sondeando primero la zona más lejana, empecé con mis comodines de longcasting, cómo la savage gear pshyco, a unos 80 metros de distancia, algunos bancos de huiros sumergidos pero sin mucha traba y logro la primera captura de la jornada, una bonita pelea de los incansables monos.

Se ponía auspiciosa la jornada, el mario cobraba una respetable cabrilla y con la ayuda del elvis la levantaban sin contratiempos.

Luego el Mario y el elvis pierden dos piques que no lograron capitalizar, al parecer corvina o dorado, buenas arrancadas pero cortaron por los bordes de las rocas. Luego entraron unos lobos y el pique se apaciguo, y ahí entró en acción un patrón de colores en las chispas que se está haciendo cada vez más popular, me refiero al patrón listado, que permite un alto contraste con el entorno, una tendencia cada vez más popular, en este caso con una jigpara slow jigging, que es un jig de pesca vertical pero que perfectamente pudimos usar en el plano horizontal. Simplemente se lució.

Mecano
mahernan@ucn.cl